El Propóleo está formado por más de 250 sustancias diferentes, y 50 principios biológicamente activos. En la composición del propóleo se encuentran principalmente aceites esenciales y oligoelementos. Estos oligoelementos participan de los procesos metabólicos, fermentativos y vitamínicos y ayudan en la recuperación de estados anémicos.
El propóleo está formado de la siguiente manera:
- 50-60% resina y bálsamo (Provenientes de árboles y plantas, contienen compuestos fenólicos y flavonoides con propiedades antioxidantes y antimicrobianas)
- 30-40% cera de abeja: (Utilizada por las abejas para sellar y proteger la colmena, contiene ácidos grasos y ésteres que también tienen propiedades antimicrobianas)
- 5% polen: Fuente de vitaminas, minerales, proteínas y aminoácidos esenciales, contribuyendo a las propiedades nutritivas del propóleo)
- 5–10% aceites esenciales y volátiles (Proveen propiedades antimicrobianas y contribuyen al aroma característico del propóleo.)
- 5% materiales orgánicos y minerales (Incluye compuestos orgánicos y minerales como magnesio, calcio, potasio y hierro.)
- Flavonoides: Estos compuestos antioxidantes desempeñan un papel clave en las propiedades antiinflamatorias, antibacterianas y antivirales del propóleo.
- Ácidos fenólicos y sus ésteres: Contribuyen a las propiedades antimicrobianas y antiinflamatorias.
- Vitaminas: Principalmente vitaminas del grupo B (B1, B2, B6) y vitamina E, que ayudan en la producción de energía y el mantenimiento de la salud celular.
- Aminoácidos y enzimas: Fundamentales para la síntesis de proteínas y el funcionamiento adecuado del metabolismo.
La combinación de estos componentes hace del propóleo un complemento natural valioso con múltiples beneficios para la salud.